San Petersburgo: An y Dim y los museos

Acabada la primera mini-etapa de nuestro viaje, que ha salido genial. El frio de Rusia no da tregua ni en agosto, a pesar de que han tenido el verano mas caluroso en años (me voy a esforzar en copiar y pegar las -ñ-, pero pasando de las tildes), casi mes y medio a mas de 30 grados. Asi que nos pasamos el dia con el abrigo a cuestas. Ayer quise comprarme una braga (de las del cuello, de las otras ya tengo) y fue mision imposible.

Pues eso, que San Petersburgo nos ha gustado mucho. Es verdad eso que dicen de que es la ciudad mas europea de Rusia, podria parecer que estas en Alemania o en la Republica Checa. Para mi tiene pocos de esos detalles sovieticos que tanto me habian gustado de Moscu (que es donde estamos ahora, por cierto). El primer dia estuvimos en un albergue, pero el siguiente ya fuimos para casa de unos chicos rusos con los que contactamos a traves de «couchsurfing»: Anton y Dimitri -An y Dim-. No podriamos haber tenido mas suerte con nuestros anfitriones; nos sacaron a pasear y nos explicaron un monton de cosas (es genial estar con alguien que te puede explicar que es cada edificio y cada monumento); nos ayudaron con la compra de billetes de tren en la indescrifrable pagina «Russian only» de trenes rusa; nos enseñaron comida tipica de Rusia… En fin, que hemos aprendido un monton con ellos. Y, encima, majos. Os ponemos unas fotos para que veais sus caretos. An, Dim, publicamente, gracias.

Nos hemos pasado estos dias de museo en museo, porque Peter, como le llaman aqui, tiene un monton de oferta artistica; solo el Hermitage tiene mas de tres millones de obras. Afortunadamente, tienen buenos descuentos para estudiantes, que normalmente superan el 50% de la tarifa. El Hermitage es gratis! Todavia le estoy dando gracias al cielo por haberme acordado de meter el carnet de estudiante en la cartera. Ademas de las rutas por la ciudad, hicimos una pequeña excursion a Peterhof, que esta en las afueras y que es como un Versalles a la rusa. Alucinamos con sus fuentes gigantes y sus jardines; aunque, en realidad, a mi lo que mas me gusto fueron las ardillitas viniendo a comer de tu mano (pero como nosotros no teniamos comida para darles, en cuanto se acercaban y veian el percal, nos mandaban a freir esparragos).

Cosas curiosas de San Petersburgo: puestos de helados a diestro y siniestro, como si estuviesen en Italia; jardineros de Peterhof empinando el codo y jugando timbas de poker entre los recovecos del jardin; señoras «vigilantes» sentadas en cada sala de cada museo completamente sopa; rusos (muchos) que se reunen cada fin de semana al lado de un canal de San Petersburgo para bailar salsa; supermercados 24 horas: que que tiene esto de especial?, alguna vez habeis ido a hacer la compra al Carrefour -o similar- a las 2:30 de la mañana?, nosotros si; puentes que se abren durante varias horas en la noche para que pasen barcos grandes, dejando partes enteras de la ciudad completamente aisladas…

Rusia: nos encantas!